El templo superior presenta una fachada con frisos formados por serpientes emplumadas entrelazadas y jaguares. El templo inferior tiene murales, dos columnas y un trono de jaguar. Columnas, puertas y paredes muestran figuras de guerreros toltecas y mayas, así como a miembros de la nobleza.

Con columnas en su parte delantera. En el templo superior hay un chac mool y columnas con serpientes emplumadas, guerreros y sacerdotes labrados. Las esculturas de chac mool representan a los mensajeros de los dioses; sostienen una urna para ofrendas.

Tiene cuatro escalinatas enmarcadas por serpientes emplumadas, relacionadas con Kukulcán. La base se corona con imágenes (serpiente-pájaro-jaguar-hombre) y tres símbolos: Venus, el “atado de años” (ciclo Haab) y una esterilla tejida (Pop, primer mes).

Con balaustradas labradas como serpientes emplumadas. En los tableros predominan águilas y jaguares que devoran corazones humanos. Otra imagen es de un hombre reclinado que toma una lanza.

Con alrededor de 55 x 30 metros de base, de dos niveles y decorado con máscaras de Chaac, mosaicos de piedra y columnas con altorrelieves. Cerca se halla el Templo de los Páneles Esculpidos, de dos niveles, que debe su nombre a los ricos relieves de los paneles de la fachada Norte y Sur.

Edificio estilo Puuc, de una sola habitación. Los muros inferiores son lisos, mientras que los superiores se hallan profusamente decorados, comenzando con molduras geométricas tipo espiral. En el centro y en cada esquina tiene mascarones de Chaac.

Pirámide de 10 m de altura, con siete plataformas y cuatro escaleras con alfardas de serpientes emplumadas. Las tres plataformas superiores están decoradas con pájaros con el rostro de Itzamná, frutas y cacao. El centro tiene un tiro vertical que lleva a una cueva donde se han encontrado, hasta ahora, siete entierros.

Es muestra del interés maya por el conocimiento de los astros, en especial de Venus, identificado con Kukulcán. El edificio tiene una torre redonda sobre estructuras cuadradas que se asientan sobre una gran plataforma.

El edificio más emblemático de la ciudad, domina la Gran Plaza con una altura de 30 m. Se considera una pirámide dedicada al sol, pues el número de sus elementos arquitectónicos se correlaciona con las principales cifras del calendario maya. Las cuatro escalinatas y la base, rematan en un templo de techo plano con cuatro entradas. En la base de la escalinata norte hay dos colosales cabezas de serpiente: Kukulkán. En el interior del Castillo se halla una subestructura.

Más de 220 pilares con retratos de la élite social como sacerdotes, gobernantes y guerreros. Las columnas, que antiguamente soportaban techos, forman el borde de una plaza de 1.8 hectáreas con varios edificios, como El Mercado, al sur, con un patio intrerior rodeado por 25 columnas.

La cancha (166 x 68 m) tiene una acústica perfecta. Tiene dos tableros con escenas de decapitación asociadas al juego y aros marcadores a 7 m del piso. Este complejo abarca el Templo de los Jaguares, el Templo Sur y el Templo Norte (del Hombre Barbado).

Llamada Casa Colorada por una pintura en su interior. Su nombre maya, Chichanchob, significa “agujeritos”; refiere las caladuras en su crestería, decorada con máscaras de Chaac y grecas. En su interior hay inscripciones jeroglíficas.

Se le consideraba puerta de acceso a los dioses así como medio de supervivencia (el agua). Era un pozo de veneración. La clase dirigente arrojaba diversos objetos preciosos como ofrenda (oro, turquesa, cobre, obsidiana, jade, etc.). A la fecha, se han extraído más de 30,000 objetos. Era también receptáculo de sacrificios humanos (al menos entre 1000 y 1550 d.C.). Tiene 60 mts. de diámetro.

Llamada así por una pintura de ese animal en una pared interior. Su base tiene muros inclinados y esquinas redondeadas. Una escalera conduce a una superficie donde se asienta la casa de tres habitaciones.

La puerta del flanco Este simula las fauces abiertas de un ser sobrenatural, en el dintel hay jeroglíficos referentes a un eclipse y a Venus. Presenta mascarones de Chaac y un revestimiento exquisito a base de mosaicos de piedra y altorrelieves.

Permite apreciar aspectos insólitos de la ciudad; los edificios iluminados entre la selva y bajo un cielo estrellado propician en el espectador un estado de sugerencias místicas e imaginativas.

(Video: Redz Star Video Productions)

El Castillo es una alegoría del calendario solar. En el equinoccio, siete triángulos de luz nacen en el exterior de la escalinata Norte y se unen con la cabeza de la serpiente en la base de la pirámide, dibujando la figura de una serpiente que baja desde lo alto: Kukulkán.

(Video: SmithsonianNMAI)

El grupo más cercano, El Observatorio-Las Monjas, está situado a 20 minutos de camino. Su estilo arquitectónico es Puuc modificado. Las construcciones más interesantes son el Templo de los Búhos, el Templo de los Falos, el de los Atlantes y el de los Tres Dinteles.

En el S. XVI Fray Diego de Landa, menciona la ciudad en su “Relación de las Cosas de Yucatán”. En el S. XIX John L. Stephens y Frederick Catherwood hacen la primera descripción detallada. Más tarde (1873), Augustus Le Plongeon cartografió, dibujó y fotografió la ciudad. Hacia finales del S. XIX, Alfred P. Maudslay realizó extraordinarios dibujos y fotos, al igual que Adela Breton y Theobert Maler. Edward Thompson visitó la zona en 1885 y permaneció ahí 30 años. A comienzos del siglo XX, Seler, Tozzer y Marquina, estudiaron Chichén Itzá. Diversos personajes continuaron su exploración, entre ellos: Manuel Gamio, Sylvanus Morley, José Erosa, Alberto Ruz, Román Piña Chan, Peter Schmidt y José Osorio León.

El auge de Chichén Itzá, “ciudad de los brujos del agua”, inicia con la llegada de los itzaes en el siglo IX d.C., y culmina con su abandono en 1200 d.C. Fue la ciudad más poderosa de la Península de Yucatán, con ideas innovadoras en arquitectura, astronomía, política y religión. Chichén Itzá esta considerada como una de las 7 Maravillas del Mundo Moderno.